Hoy os traigo un postre de esos que gustan a todos y triunfan seguro, se trata de una crema quemada, nunca la había echo, ni siquiera la había probado y tengo que decir que está rica, rica, rica, riquisísima.....
Es algo parecido a las natillas y a la crema catalana, pero no exactamente igual, a nosotros nos ha gustado mucho y seguro que las repetiré muchas más veces. Os animo a que elaboréis este rico postre y seguro que os lo agradecerán.
Ingredientes:
- 500 ml. de nata para montar.
- 1 vaina de vainilla, cortada por la mitad a lo largo.
- 5 yemas de huevo.
- 50 gr. de azúcar.
- 4 cucharadas de azúcar más.
Elaboración:
- Poner la nata junto con las dos mitades de la vaina de vainilla a calentar a fuego lento hasta que empiece a hervir. Retirar del fuego y dejar reposar 1 hora.
- En un bol, batir las yemas junto con los 50 gr. de azúcar hasta que esté bien mezclado.
- Una vez pasada la hora, sacar la vainilla de la nata y con un cuchillo de punta extraerle las semillas y volver a incorporarlas en la nata.
- Añadimos la nata a las yemas con el azúcar y mezclamos bien.
- Colamos la mezcla sobre unos cuenquecitos o moldes individuales aptos para el horno.
- Horneamos al baño María, con el horno precalentado a 140º, durante 40 minutos, o hasta que esté bien firme. Pasado este tiempo sacar y dejar enfriar.
- Una vez frío, rociar por encima 2 cucharadas de azúcar a cada molde de manera uniforme.
- Calentar el grill del horno a máxima potencia y meter los cuencos hasta que el azúcar se caramelice. También se puede utilizar un soplete.
- Dejar enfriar y servir.